Con relación a lo ocurrido el día 20 de noviembre en la asamblea de estudiantes de filosofía:
En primer lugar hay que decir que la mesa de trabajo de la Asamblea de Estudiantes del Instituto de Filosofía no tuvo participación alguna en la acción de los compañeros encapuchados (no se sabe si estudiantes del instituto o de otra dependencia).
Que esta aclaración no se tome como un rechazo al accionar encapuchado en sí. Entendemos la necesidad de los que se afirman a sí mismos (no en un sentido ego-ista) precisamente negándose, aún cuando no se apruebe el uso inapropiado de tal accionar.
La mesa de trabajo considera que son insostenibles las acusaciones, señalamientos y referencias a:
1.Representante estudiantil (en la medida en que esto pueda ser peyorativo): La mesa de trabajo no se ha estatuido como representante (ni como vocero, ni como nada. Simplemente trabaja, sin necesidad de un título, en el cumplimiento de las resoluciones de la asamblea) de nada/nadie ni ante nada/nadie. Surgió como una iniciativa de la asamblea, que es el espacio que la legitima.
2.Burócrata: La mesa de trabajo no es un gobierno ni ha cobrado independencia respecto a la asamblea, tampoco ha convertido los medios en fines , que es lo que constituye el núcleo del termino burocracia. Además, ningún participante de la mesa hace parte del administrativo
3.Excluyente: La mesa de trabajo no es excluyente debido a que está abierta a quién quiera trabajar en ella. Hay que recordar que al finalizar cada asamblea se invita a participar activamente en ella.
Cualquiera que lance semejantes acusaciones a la mesa de trabajo refleja su inasistencia a sus sesiones, y en caso tal de que hubiera asistido, estaba hablando otro idioma.
La mesa de trabajo tiene como labor (además de las tareas inmediatas que le encarga la asamblea) el mantener cohesionada una asamblea de otra, con el fin de que surja en el instituto un movimiento estudiantil (¡que no existe!).
El valor de la mesa de trabajo está precisamente en esto: en que es una posibilidad de sumar esos unos (como dice el muro), en que está ahí para que no se extingan las voces solitarias de los estudiantes como si se exclamaran en el desierto, en que es una resonancia continua de las aspiraciones de los compañeros más allá del agite de la asamblea. Así mismo se ha logrado: foros informativos con directivos, grupos de trabajo por temáticas, gestión para que las clases se realicen en la ciudadela, posición crítica al proceso de elección de estudiante para el comité de curriculum, prolongación de calendario de clases de este semestre, elaboración de propuesta de curriculum.
Invitamos a los compañeros en cuestión, y a todos en general, a que debatan en la mesa. Que aquí no hay presidente que diga quién entra y quién no, es más, en la mesa ¡no hay cargos estatuidos!
Saludos: Simpatizantes, críticos y apáticos .
