MENSAJE A LA COMUNIDAD ACADÉMICA DEL INSTITUTO DE FILOSOFÍA

El 16 de mayo del 2008, en la asamblea de estudiantes del Instituto de Filosofía que se realizó ese día, fue creada la MESA DE TRABAJO DEL INSTITUTO DE FILOSOFÍA con el objetivo de materializar las decisiones de esa asamblea, y como respuesta a las peticiones que desde la asamblea general se hacía de fomentar grupos de estudio y discusión en todas las unidades académicas. Durante tres años, dicha mesa ha sido el refugio de personas que, con determinación y sorteando los avatares que consigo ha traído el trabajo realizado, exponen ideas, generan discusión y proponen alternativas de cambio. Al iniciar un nuevo semestre académico quienes hacen parte de ella, se dirigen a ustedes, miembros de la comunidad académica del Instituto de Filosofía de la U de A, en especial a los estudiantes, su razón de ser.

Preocupante es el hecho de ostentar entre la comunidad universitaria, (que gran parte no conoce la existencia del Instituto de Filosofía en la U de A) el calificativo de indiferentes y apáticos cuando se trata de participación estudiantil, más aún, cuando lo que se reclama desde la mayoría de los universitarios son argumentos claros y precisos en el momento de afrontar las coyunturas,la ausencia de los estudiantes de Filosofía desdice de su capacidad para afrontar no sólo las teorías académicas en las aulas y los libros, sino las dificultades sociales y políticas que como miembros de la Universidad pública y de un país convulsionado afrontamos constantemente.

Antaño, nos relata la historia, los profesores de nuestro Instituto marcaban la pauta en el debate, sus palabras iluminaban la discusión y sus acciones contribuían al desenlace de los álgidos conflictos en las décadas pasadas, ahora, algunos de ellos se han dedicado a una academia que no tiene en cuenta la realidad social en que nos encontramos, convirtiéndose así en academicistas del más alto nivel intelectual, pero que promueve entre nosotros los estudiantes una Filosofía aislada de la sociedad, sin ninguna vocación comunitaria y ausente en la discusión de temas fundamentales, donde ellos, por sus especializados conocimientos, tendrían mucho que decir.

Los estudiantes constantemente nos reclaman resultados y acciones concretas, no obstante, gracias a la indiferencia generalizada, no se inmiscuyen en la elaboración de propuestas que desemboquen el mejoramiento de nuestra unidad académica y limitándose, algunas veces, a los comentarios pasajeros en las mesas, pasillos, redes sociales, y otras tantas a las arrasadoras críticas destructivas contra sus miembros, catalogándolos con adjetivos que no corresponden a la realidad y que contribuyen al deterioro de un colectivo que no puede ser catalogadosino como de incluyente y respetuoso.

Dejamos claro el carácter neutral de la Mesa de Trabajo, como miembro del movimiento estudiantil, no está matriculada con ninguna corriente política ni de pensamiento particular, es abierta a todas las posturas e ideas y su naturaleza no es de carácter clandestina sino que conservando el espíritu que motivo a su creación, permanece abierta a todo aquel que esté dispuesto a fomentar el pensamiento crítico y la libre expresión de las ideas.

Nuestra Universidad y la Universidad pública en general, están pasando por momentos decisivos para su inmediato futuro, requiere el concurso de todos para defender el ideal universitario que nuestros predecesores defendieron, algunos, incluso con su vida. Bajo ninguna circunstancia podemos dejar en manos de unos pocos el futuro de nuestra Institución y mucho menos el de nuestra unidad académica, que es nuestra en este momentos, como es también de quienes pasaron por ella y de quienes vendrán a seguir generando conocimientos y ojala aportando a los cambios sociales.

A todos los invitamos a dos tareas que no dan espera: la primera de ella es la reforma a la ley 30 de educación superior, conocerla, analizarla y discutirla debe ser tarea primordial en la agenda de todo universitario, máxime de nosotros los estudiantes. La segunda, es participar activamente en un proceso que desemboque en la ocupación del lugar que la reglamentación universitaria nos otorga en el Consejo del Instituto y en el Comité de Currículo, con el consecuente acompañamiento y vigilancia que esto requiere.

Tanto a las personas que dentro de poco terminarán su carrera, como las nuevas que este semestre se integran a nuestra unidad académica, a los docentes y egresados, los invitamos para que desde sus experiencias, recomendaciones y expectativas, unamos fuerzas para el mejoramiento de nuestra unidad académica, dejando de lado el silencio y las inconformidades expresadas en el anonimato.

Los convocamos, pues, a todos para que participan en este espacio, porque las ideas y el pensamiento siempre deben prevalecer.

Con toda atención,

MESA DE TRABAJO DEL INSTITUTO DE FILOSOFÍA